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28 de marzo de 2018

Día de la mujer y la niña en la ciencia


Por Tamara Martínez Ferriz – 2ºBachillerato B

El pasado 13 de febrero los alumnos de 1° y de 2° de bachillerato tuvimos una charla sobre el papel de la mujer en la ciencia dada por Arantxa Martínez, mi hermana, ya que el día 11 de ese mismo mes es el Día internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. No sé si será porque es mi hermana y  porque  me fascina todo lo que hace, o porque de verdad fue una charla increíble, pero no miento cuando digo que en los seis años que llevo en el instituto, esta charla ha sido la mejor que me han dado nunca, y no solo por el tema sino por la finalidad por la que se hizo.

Mi hermana empezó hablando de cuatro fascinantes mujeres que dedicaron su vida a la ciencia a pesar de todos los obstáculos que se les presentaron (solo digo que eran mujeres del siglo pasado, por lo que debían dedicarse a su familia y a las labores del hogar, no a trabajar en otros ámbitos). Y al final, contra todo pronóstico, estas mujeres consiguieron grandes logros, aportando nuevas perspectivas para la ciencia. Pero esto no fue lo único que vimos, mi hermana contó su caso como científica que es. Qué necesidad de esto diréis... La mujer en la vida ha tenido que luchar mucho para que sea aceptada, para conseguir igualdad de condiciones que el hombre tanto laboral como socialmente. Pero en la ciencia esto no se ha cumplido del todo. Actualmente la mayoría de personas que se decidan a la ciencia siguen siendo hombres.


Al igual que estas mujeres y muchas más, mi hermana ha luchado siempre por aquello que desea, porque como ella siempre dice: "Quiero trabajar haciendo lo que me gusta". Y creedme cuando digo que ha sido un camino difícil para ella: 4 años de carrera de biotecnología y 1 año de máster, para luego estar 6 meses de parón porque no le daban la beca para hacer el doctorado. Tal era su desesperación que incluso hizo entrevistas para hacer el doctorado en Viena. Pero después de tanto insistir enviando muchísimas solicitudes, un día le concedieron una beca, lo cual le hizo la chica más feliz del mundo. Y así está ahora, sacándose el doctorado haciendo lo que le gusta, investigar. Y después de todo esto, aún hay hombres con menos estudios que mi hermana que se atreven a decirle como tiene que trabajar en un laboratorio. Increíble.

Con toda esta parrafada os intento decir que gracias a mujeres como Rosalind Franklin, Marie Curie, incluso mi hermana, se nos está abriendo el camino de la ciencia a las nuevas generaciones, aunque aún quedan cosas que cambiar. Ellas, y muchas otras, son una gran inspiración para las nuevas generaciones de científicas, entre ellas yo. Nos han demostrado que a pesar de que la ciencia es un camino difícil y de todos los obstáculos que se te presenten, si es lo que te gusta, debes luchar por ello, no te conformes con algo fácil.

Y todo esto y más es lo que se aprende con una simple charla de dos horas. Y pido que ojalá se siga haciendo cosas de este tipo para concienciar a la gente de que las mujeres también importamos. 

Para acabar, dar las gracias a todos los que han hecho posible esta charla. Y por último dar las gracias a mi hermana, por saltarse el trabajo para venir a dar la charla que tanto se ha currado. Cada día me enseñas algo nuevo, y hoy ha sido luchar por lo que quiero. Eres mi modelo a seguir.

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